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John Owen: una breve introducción a su vida (1616-1683)

Agradezco la oportunidad de servirles a ustedes con esta exposición, aunque sé que otras personas podrían hacer algo parecido mejor que yo. Pero confío en el Señor para que lo que he preparado sea para edificación y útil para cualquier persona que desea profundizar más en un estudio de la vida y escritos de John Owen.

Preparar un breve estudio sobre este hombre no es fácil, no por la escasez de materiales, sino por la abundancia. Me siento como un carpintero que tiene que construir una sola casa pequeña y en un espacio reducido. Quiere tener una buena casa. No necesito de nada, porque hay materiales buenos y suficientes para hacer un palacio. El problema es, ¿qué clase de casa quiero construir? No hay planos, solamente una abundancia de materiales. Pero si sigo así, no habrá ni una choza en la que habitar.

Creo que todos saben que los materiales originales se encuentran en lengua inglesa, el lenguaje de Owen (aunque él dominó y usó el latín también). Pero, Owen tiene sus alumnos en latino-América y en España y en otros lugares que hablan español. Muchos de ellos han preparado estudios y han hecho traducciones de los escritos de Owen para ayudar a aquellos que no manejan bien el inglés, y especialmente el vocabulario y estilo literario de este gran puritano.

Para las partes biográficas de este estudio he utilizado la biografía de Andrew Thomson que aparece al principio de la edición de las obras de Owen, publicadas (en inglés) por Johnstone y Hunter, primeramente en 1850-1853, y reimpreso por Banner of Truth Trust en 1965. Hay como 92 páginas de biografía mas un apéndice en torno a10 páginas, con unas cartas de Owen y una lista de sus escritos con el año de su publicación. El Sr. Thomson confiesa su deuda al libro del Sr. William Orme, Memoirs of the Life, Writings and Religious Connexions of John Owen, D.D. (Ese libro está disponible de varias formas. Logré bajarlo en PDF. Hay 548 páginas en la copia que tengo. He podido cotejar algunas partes de esa obra.)

Hace más que 330 años desde que murió John Owen, pero muchos encontramos sus escritos instructivos y edificantes, de tal manera que hay una página en internet dedicada a ese hombre de Dios (www.johnowen.org), y varias páginas en Facebook que contienen citas y miran a varios aspectos de su vida.

Owen nació en Inglaterra en el año 1616 y murió el 24 de agosto de 1683, a la edad de 67 años (más o menos).

Durante esos años en Inglaterra había mucha turbulencia eclesiástica y política. Durante varios años hubo “puritanos” en la Iglesia Anglicana, pero el rey James I, que autorizó la traducción de la Biblia inglesa que lleva su nombre, así como su hijo Charles I, buscaron la forma para “limpiar” la Iglesia Anglicana de todos ellos. A la larga hubo un conflicto interno en Inglaterra entre el parlamento y el rey. En medio de ese contexto, el rey perdió su vida. Desde 1649 hasta 1660 no hubo rey, sino un “Commonwealth”, una comunidad, una república, con un pacto, y con un “señor protector” que en ese caso fue Oliver Cromwell.

Después de la muerte de Cromwell, el hijo de Charles I, Charles II, fue coronado rey. Charles II llevó a cabo una persecución de todos los que no quisieron aceptar a la Iglesia Anglicana tal y como el rey decía. En el año 1662, 2.000 ministros fueron expulsados de sus iglesias, perdiendo sus posiciones y sueldos, y sometidos a tremendas restricciones para que no predicaran más. En ese tiempo, John Bunyan fue encarcelado durante 12 años porque no quiso aceptar las restricciones.

Aunque hubo un poco de alivio, la persecución continuó hasta 1688 cuando tuvo lugar una revolución y el nuevo rey estableció una medida de tolerancia en asuntos de la religión y la conciencia.

John Owen vivió en el medio de todo, pero murió antes de la revolución.

Primeros años y educación (1616-1636)

El padre de Owen fue educado en Oxford y trabajó como ministro en la iglesia anglicana, pero no como un ministro conformista, sino como un hombre que buscaba la purificación de la iglesia, o sea, un puritano.

Como niño, recibió tutoría de Edward Sylvester, un hombre erudito que enseñaba griego y latín. A los 12 años de edad Owen estaba preparado para comenzar sus estudios universitarios y fue aceptado como alumno en Queen’s College, Oxford en 1628. Cuatro años después, terminó su bachillerato (1632) y comenzó su maestría que terminó en 1633. En ese año comenzó sus estudios en “divinidad”, o sea en teología, Biblia, historia, etc.

Antes de seguir con la vida de Owen, quisiera mencionar que desarrolló la costumbre de dormir solamente 4 horas por noche, cosa que contribuyó a deteriorar su salud. Sin embargo, no dedicó todo su tiempo a sus estudios. Parece que fue un buen y fuerte atleta, porque participó en competiciones de salto, lanzamiento de jabalina y en hacer sonar campanas. Además de las diversiones físicas, Owen aprendió a tocar la flauta, teniendo como profesor a un hombre que muchas veces fue llamado para educar al rey.

Owen dejó esos estudios en 1636, debido a la presión que había para conformarse a las ideas del rey y del arzobispo Laud, quien persiguió a los no conformistas. Owen vio que no había futuro en Oxford para cualquiera que no fuera arminiano y por tanto no quiso conformarse a las reglas del arzobispo.

Esa decisión demuestra que Owen ya tenía unas convicciones arraigadas en su mente, aunque aparente tenía muchas dudas y luchas espirituales, según su propio testimonio. Todavía no tenía una paz interna firme y estable. Sin embargo, estaba seguro de no volver a los errores de los anglicanos.

Especialmente en el asunto de la adoración, Owen estaba convencido de lo que llamaríamos el “principio regulativo”. Ningún hombre puede decir como Dios debe ser adorado, solamente Dios mismo. Solamente Jesucristo es Cabeza de la iglesia, y solamente lo que Dios ordena es lo que podemos hacer en su adoración. Los anglicanos habían establecido muchas prácticas sin ninguna autorización de la Biblia, cosas no aprobadas por Dios y no aceptables delante de Él. En eso Owen estaba totalmente de acuerdo con el distintivo notable de los puritanos. Ese principio forma una parte obvia de las confesiones inglesas de ese tiempo, la confesión de Westminster, la Confesión de Savoy (que fue preparada por Owen y otros hombres como él) y la Confesión Bautista de 1689.

Entonces, Owen dejó Oxford y no volvió hasta que, en la providencia de Dios, regresó como decano y rector en uno de los colegios. Pero, mientras tanto, perdió toda esperanza para obtener beneficios, y perdió la buena voluntad de aquellos que apoyaban al rey y al partido del arzobispo Laud, incluyendo la ayuda económica de un tío.

Después de dejar Oxford hasta ser pastor (1636-1642)

Owen trabajó como capellán y tutor con la familia Dormer, “Lord” Robert Dormer y su hijo mayor, señor Phillip Dormer.

Luego, trabajó con “Lord” Lovelace hasta la guerra civil. Lovelace apoyó al rey y a Owen al parlamento, y obviamente no pudo seguir trabajando para ese hombre.

En 1641 Owen se mudó a Londres y vivió en un sitio llamado “Charter House”, un lugar para hombres de alta cuna pero en situación de pobreza. Durante ese tiempo en aquel lugar, dos (2) cosas importantes sucedieron:

1. Owen fue con un primo para oír a Edmund Calamy, un predicador presbiteriano de buena fama. Cuando llegaron al lugar, descubrieron que Calamy no había podido llegar. El primo quiso salir y buscar otro lugar, pero Owen no quiso seguir caminando y esperó para ver qué ocurría. Un predicador del campo ocupó el púlpito y después de una oración ferviente, leyó Mateo 8:26 y tomó como su texto las palabras, ¿Por qué teméis, hombres de poca fe?

En seguida Owen pensó que esa palabra era para él y oró al Señor para que bendijera esa palabra en su corazón, y Dios oyó su oración y Owen recibió una paz profunda, estable y firme. A partir de ahí entró en una nueva etapa en su vida.

Owen nunca supo el nombre de ese predicador, aunque hizo esfuerzos para descubrirlo. Pero, aunque no sabemos los nombres de muchos siervos y criados que Dios ha usado, sí que sabemos que Él ha querido glorificar su propio Nombre haciendo las cosas así, para que ningún hombre se gloríe.

2. También publicó un libro titulado, A Display of Arminianism (Una exposición del armianismo). El libro fue dedicado a los señores y caballeros del Comité para la Religión y ese comité autorizó la publicación. La fecha de la publicación fue 1642.

Como resultado, Owen fue llevado a trabajar como pastor.

Pastor presbiteriano en Fordham (1642-1646)

Pronto, después de comenzar sus labores en Fordham, en una iglesia relacionada con los presbiterianos, se casó con una señora llamada Mary Rooke. Thomson resume el matrimonio de ellos así: Casi toda la información, tomada de biografías anteriores, que ha llegado hasta nosotros sobre esa unión es esta: esa señora le dio once hijos y todos murieron en su niñez excepto una hija. Esa hija se casó con un caballero de Gales, pero la unión fue muy infeliz, y ella volvió a la casa de su padre y allí murió de tuberculosis. Dice Orme, que no sabemos casi nada sobre la esposa de Owen, aunque unas declaraciones halladas acá y allá indican que era una mujer de buen carácter cristiano.

Parece que Owen estaba muy feliz en Fordham, sirviendo al Señor. Preparó catecismos para niños y adultos, y promovió el uso de ellos. Creemos que hizo eso con mucho gusto y de buena voluntad, aunque parece que el gobierno también exigía eso.

En el año 1643 (según Orme) escribió y publicó The Duties of Pastors and People Distinguished (Los distintos deberes de los pastores y del pueblo). En ese libro, entre muchas otras cosas, Owen mostró el peligro de algunos pastores que toman demasiado poder y también del pueblo que puede tomar demasiado poder.

Aunque trabajaba en una iglesia no muy conocida, por sus publicaciones, su nombre fue conocido y adquirió como resultado una reputación sólida, de tal manera que fue invitado a predicar ante la Cámara de los Comunes en el Parlamento de Inglaterra, el día 29 de abril de 1646 (hace como 369 años), en la ocasión de su ayuno mensual. Predicó sobre Hechos 16:9, y de la súplica del hombre de Macedonia que Pablo vio en una visión en la que ese hombre pedía ayuda. Owen señaló que había lugares de Inglaterra, y de Gales, que necesitaban el evangelio. El sermón fue dirigido a ese Parlamento que se estaba reuniendo durante años para dirigir al país y permitía al rey seguir con sus abusos.

Sus trabajos en la iglesia de Coggeshall y con el ejército (1646-1650)

Durante el tiempo en Fordham, Owen consideró más profundamente el asunto del gobierno de la iglesia y a la larga llegó a creer en el formato de iglesias independientes con un gobierno congregacional, pero no como muchos congregacionalistas e iglesias independientes. Por esto, muchos bautistas han estimado a Owen hasta hoy.

En el año 1646, sin que hubiera ningún problema con Owen, sino debido a la forma en la que los pastores eran puestos en las iglesias, otro pastor fue enviado a Fordham. Después, una congregación de 2000 personas, tan pronto como supieron lo que había pasado, invitaron a Owen con urgencia para que fuera su ministro. Un oficial de Inglaterra de Warwick, le confirmó en esa posición. En Coggeshall, Owen pudo seguir manteniendo sus convicciones sobre el gobierno congregacional.

Owen también abogó para que el Estado no exigiera imponer por la fuerza que las Iglesias estuvieran conformes con su política religiosa, ni que se ejecutasen a los herejes con la espada. La herejía es un cáncer espiritual y debe ser confrontado por medios espirituales. La decapitación no es un remedio apropiado para la herejía, escribió.

En 1647 publicó Eshcol, Reglas para la comunión de las iglesias. También en ese año publicó The Death of Death in the Death of Christ (La muerte de la muerte en la muerte de Cristo).

En 1648 fue colocado como capellán con los ejércitos del Parlamento, obligado por Cromwell. Predicó una vez más en la Cámara de Comunes, y acompañó a Cromwell a Irlanda.

En enero de 1649, el Parlamento condenó al rey Charles a muerte por traición y el día después de la decapitación, el Parlamento ordenó que Owen predicara ante el Parlamento. Predicó de Jeremías 15:19-20, sobre el tema: El celo justo animado por la protección divina. Owen ha sido criticado mucho, especialmente por su silencio, casi total, sobre lo que había pasado. Muchos le llamaron cobarde. La situación fue difícil, porque muchos creyeron que el Parlamento pecó, y muchos otros creyeron que hizo bien.

En 1649-50 publicó Of the Death of Christ (De la muerte de Cristo). Fue nombrado como predicador en el concilio del Estado. Hizo dos viajes a Escocia como capellán con Cromwell.

Su tiempo en Oxford (1651-1659)

Cromwell logró que Owen fuera colocado como decano de “Christ Church” una parte integral de la Universidad de Oxford. También fue hecho rector de la universidad bajo Cromwell. Owen asumía todo con gran responsabilidad.

Predicaba una semana sí y la otra no, compartiendo esa responsabilidad con Thomas Goodwin, otro conocido puritano.

Produjo varios libros durante los años que pasó allí y administró bien la universidad, teniendo muchos asociados y estudiantes de renombre.

Durante este tiempo también le fue dado el oficio de “trier” (probador) junto con otros 40 ministros, para eliminar a pastores que no tenían los requisitos que un pastor necesita cumplir. Parece que procedieron con todo el amor y respeto posible pero siempre hallaron a hombres que no debieron haber sido nombrados como pastores. Owen creía en la libertad de conciencia y en la tolerancia. Generalmente se opuso a los castigos de personas que tuviesen diferencias, siempre y cuando no presentasen una amenaza para la paz de la nación.

Pero, llegó el tiempo cuando hubo un desacuerdo con aquellos que quisieron coronar a Cromwell como rey. Por ese desacuerdo, Owen renunció su oficio de rector, pero lo hizo como un verdadero hombre de Dios. Eso fue en 1656. Owen siguió predicando en la iglesia de la universidad, junto con Goodwin, hasta 1659.

En 1658, junto con otros independientes, no conformistas, Owen tuvo una parte principal en la producción de una confesión de fe llamado la Confesión de Savoy. Básicamente copiaron la confesión de Westminster, añadiendo un capítulo sobre el evangelio (capítulo 20) y cambiando algunas cosas acá y allá que reflejaron sus distintivos, especialmente en asuntos de eclesiología. (Luego, en 1677, los bautistas produjeron lo que llamamos la confesión de 1689 y usaron la confesión de Savoy para hacer lo mismo. La copiaron, cambiando algunas cosas que reflejaban sus distintivos, especialmente en asuntos de eclesiología.)

Stadhampton (1660-1662)

Después de Oxford, Owen se mudó a Stadhampton y predicó allí hasta que tuvo que abandonar el lugar, debido al hecho de que en 1660, Charles II, hijo del rey decapitado en 1649, comenzó a reinar, y poco a poco hizo la vida imposible para todos los que no eran anglicanos, mientras que él mismo quiso traer el catolicismo romano a Inglaterra de nuevo.

En el año 1662, 2000 ministros, que no aceptaron conformarse a la Iglesia Anglicana, tuvieron que abandonar sus iglesias, sus sueldos, todo. Antes de eso Owen ya no podía seguir como ministro y se mudó a Stoke Newington, una zona de Londres.

Stoke Newington (1663-1672)

La persecución a los no anglicanos continuó.

En medio de esa persecución, en el año 1665, Dios mandó una plaga horrible a Londres que exterminó a un 20 a 25 por ciento de la población. En tales circunstancias el rey, el parlamento y los clérigos que persiguieron a los no conformistas, huyeron de la ciudad, pero los pastores expusieron sus vidas para ministrar. Viendo ese amor entre los pastores y el pueblo, tanto el rey como el parlamento hicieron una ley que no permitía a ningún pastor estar más cerca de 5 millas (8 kms) a de zonas en las que habían servido antes. El sufrimiento de muchos fue agudo, y aun Owen, que tenía amigos poderosos, estuvo en peligro en varias ocasiones.

El año siguiente, hubo un incendio que destruyó gran parte de Londres durante 3 días, y los pastores, incluyendo a Owen, volvieron a ayudar. Durante un tiempo el gobierno no hizo nada en contra de los pastores porque todos estaban sufriendo como resultado de ese incendio. Había mucha oposición, pero era cada vez más evidente que la política de la persecución no estaba funcionando.

Owen escribió folletos abogando por la libertad (aunque ni su nombre ni el nombre del publicador aparecieron en ellos). Owen también escribió a los líderes de Nueva Inglaterra exhortando a las iglesias independientes a que dejaran de castigar a los bautistas, cuáqueros y otros por su falta de conformismo.

Finalmente en 1671, Charles II emitió una indulgencia, sin la aprobación del parlamento, permitiendo ciertas libertades a los católicos romanos y a algunas iglesias no conformistas. Probablemente lo hizo por amor a los católicos.

Bunyan, por quien Owen abogó mucho, fue liberado de la prisión en 1672.

Hasta el fin (1673-1683)

En 1673 la iglesia de Owen se unió con la iglesia donde Joseph Caryl había servido hasta su muerte. Ministró en la iglesia y escribió más libros. En 1675 su esposa murió.

En 1676, 18 meses después de la muerte de su esposa, Owen se casó con una viuda hacendada. Owen también había heredado unas propiedades y pudo vivir sin preocupaciones económicas.

Owen siguió predicando y escribiendo, pero su salud iba fallando. David Clarkson le ayudó en el ministerio, y otros le sirvieron como amanuenses para que pudiera seguir produciendo libros de valor que todavía hoy nos sirven, incluyendo uno sobre la justificación, otro sobre la persona de Cristo y otro sobre el deber de pensar espiritualmente. Finalmente escribió uno sobre la gloria de Cristo, que fue publicado después de su muerte.

Owen murió el 24 de agosto de 1683, el día de San Bartolomé. En ese mismo día en 1662, los 2000 ministros habían sido expulsados de sus púlpitos. Y también en ese día del año 1572, comenzaron a masacrar a los hugonotes en Francia.

Owen fue sepultado en Bunhill Fields, el famoso cementerio de los puritanos.

El valor de los escritos, y del ministerio continuo, de John Owen

Hay muchas áreas en las cuales podemos sacar provecho de Owen así como de los libros y comentarios que ha escrito.

Por lo tanto, me limito a mi experiencia, y esa experiencia es muy limitada en comparación con muchos otros ministros. No he leído ni la mitad de lo que Owen escribió, aunque tenga sus obras en mi biblioteca.

Pero, mucho antes de adquirir sus obras, Owen tuvo una parte formativa en mi persona y, por lo tanto, en todo mi ministerio, porque el Señor usó el libro sobre la necesidad de hacer morir el pecado (On the Mortification of Sin) (Sobre la mortificación del pecado) para infundir en mí esa verdad. Compré un libro usado por $2 de un pobre estudiante en Lexington, KY. El título del libro es “Temptation and Sin”. Fue publicado por Jay Green en 1958. (Banner of Truth fue fundado en 1957.) Lo que está ahí escrito tocó mi alma. En ese libro también se encuentra lo que Owen escribió sobre la tentación (Of Temptation) y sobre el pecado que sigue habitando en nuestro ser (Indwelling Sin). Esos son los escritos que recomendamos a cualquier cristiano, y se encuentran en el tomo 6 de la edición de BOT, junto con la exposición del Salmo 130.

Después de comprar el juego de 16 tomos publicado por Banner, leí su exposición del Salmo 130. El Señor hizo que el v4 actuase en mí con poder mediante los comentarios de Owen. Ese versículo dice: Pero en ti hay perdón, para que seas temido. (LBA)

En toda esa lectura de las diferentes partes del tomo 6, he aprendido lecciones valiosas sobre la seguridad personal de la salvación que una persona debe y puede tener.

Como un punto más debo decir, que hay algo importante que veo en lo que Owen escribió y es su uso de la Biblia. No cabe duda de que la Biblia dominó su pensar y su escribir. Muestra un gran conocimiento de las Sagradas Escrituras. Eso debe ser ejemplo para todos nosotros.

Como otro punto, en cuanto a lo que he leído de Owen, observo que tiene un libro favorito que es Oseas. He visto muchas referencias a ese libro, tantas referencias que he tenido la tentación de buscar todas ellas y recopilarlas en orden, porque pienso que podríamos hacer un comentario valioso sobre las partes que toca. Creo que hay un índice de muchas de ellas en el último tomo de sus obras, pero los peritos en la tecnología moderna probablemente podrían producir una lista de casi todo y aun copiar los comentarios.

Owen escribió sobre el Espíritu Santo exhaustivamente. Nadie antes había hecho eso.

Y su libro sobre comunión con Dios, en la Trinidad de su Ser (comunión con el Padre y con el Hijo y con el Espíritu Santo), es estimado por muchos.

He leído porciones de su comentario sobre Hebreos, especialmente el capítulo 4 y la parte que habla sobre el día de reposo en la introducción (¡una introducción de 1000 páginas!).

Me acuerdo de sus discursos sobre “la gloria de Cristo”. En alguna parte sus comentarios sobre Juan 1:14, me conmovieron a predicar sobre lo que él escribió.

Conocemos a Owen como autor y es así como recibimos provecho, pero era mucho más que un autor. Era un pastor, que sirvió, en diferentes tiempos como capellán, decano y rector de la Universidad de Oxford, y aun estuvo involucrado en asuntos de Estado.

Por ejemplo, Owen abogaba por la libertad de conciencia y estaba opuesto a que el Estado obligara a ser de una religión establecida. Cuando Owen supo que en las colonias de Massachusetts y Connecticut había persecución de personas que no eran de la iglesia establecida (como bautistas y cuáqueros), escribió una carta a los líderes de esas colonias suplicándoles que dejaran de hacer tales cosas.

Pero, repito, era un pastor, y por eso, hay mucho de lo que escribió que sirve para todo el pueblo de Dios.

Hacia el fin de su vida en un tiempo de enfermedad, no pudo volver a su congregación como esperaba y mandó una carta a la iglesia. Entre las cosas que les escribió podemos leer esto:

“…quisiera que, como no tienen ancianos que les gobiernen y dado que sus maestros no pueden andar públicamente con seguridad, que pongan a algunos de entre ustedes que, como sus ocasiones les permitan, puedan moverse entre ustedes de casa en casa, continuamente, y puedan dedicarse especialmente a atender a los débiles y tentados y temerosos—a los que están a punto de desanimarse o detenerse, y que los animéis en el Señor…Velad ahora, hermanos, de manera que, si es la voluntad de Dios, ni una sola alma se pierda de su cuidado. Que no descuiden ni hagan caso omiso de nadie; piensen en sus condiciones y atiendan a todas sus circunstancias.”

El Señor nos llama a ser pastores. ¡Que aprendamos esto de ese siervo de Dios!

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